24 RAZONES PARA LEVANTARSE TODOS LOS DÍAS

1. ¿El día mas bello? Hoy.
2. ¿El obstáculo más grande? El miedo.
3. ¿La raiz de todos los males? El egoismo.
4. ¿La peor derrota? El desaliento.
5. ¿La primera necesidad? Comunicarse.
6. ¿El misterio más grande? La muerte.
7. ¿La persona más peligrosa? La mentirosa.
8. ¿El regalo más bello? El perdón.
9. ¿La ruta más rápida? El camino correcto.
10. ¿El resguardo más eficaz? La sonrisa.
11. ¿La mayor satisfaccion? El deber cumplido.
12. ¿Las personas más necesitadas? Los padres.
13. ¿La cosa más fácil? Equivocarse.
14. ¿El error mayor? Abandonarse.
15. ¿La distracción más bella? El trabajo.
16. ¿Los mejores profesores? Los niños.
17. ¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás.
18. ¿El peor defecto? El malhumor.
19. ¿El sentimiento más ruin? El rencor.
20. ¿Lo más imprescindible? El hogar.
21. ¿La sensación más grata? La paz interior.
22. ¿El mejor remedio? El optimismo.
23. ¿La fuerza mas potente del mundo? La fe.
24. ¿La cosa mas bella de todas? El Amor.



miércoles, 29 de septiembre de 2010

EL PÁJARO QUE OCUPA MI ALMA


Hondo, muy hondo, en nuestro interior se cobija el alma. Nadie la ha visto nunca pero todos saben que existe. Hay quien lo escucha a menudo. Hay quien rara vez lo escucha. Y quien lo escucha sólo una vez. Por eso es conveniente ya tarde, en la noche, cuando todo está en silencio, escuchar al Pájaro del Alma. El Pájaro del Alma cierra los cajones de nuestra alma, donde se guardan todos nuestros sentimientos: hay un cajón para los celos, otro para la felicidad, otro para el amor...Sólo el Pájaro del Alma tiene las llaves de esos cajones y los abre cuando nosotros le pedimos que lo haga. A veces el pájaro nos lleva la contraria y abre el cajón equivocado: en vez de silencio, nos hace hablar; cuando queremos ser pacientes y estar calmados, abre el de la ira.

Hubo un tiempo en el que mi Pájaro del Alma no veía, estaba ciego. Se le perdieron las llaves que abrían los cajones de la amistad, la felicidad, el amor,…; sólo poseía las que abrían los cajones del odio y del rencor; estaba a oscuras. No había nadie a su alrededor que le ayudara a abrir los cajones de la valentía y del entusiasmo.

Volaba sólo y triste acompañado de la desesperación que le provocaba no conocer el camino hacia la luz. De pronto, pareció sentir sobre su lomo el peso de la llave que abría el cajón de la esperanza, era una sensación nueva; ya no estaba sólo e inmerso en la oscuridad; se encontraba sumergido en la penumbra. Intentó abrir el cajón pero la llave era muy frágil, y la cerradura estaba oxidada por el poco uso que se le había dado; al final se rompió la llave. Volvió a no tener conciencia del brillo del amor fraternal, y perdió toda esperanza de volver a sentir el calor de la luz.

Merodeando por la isla donde se encontraban los cajones de la libertad y de la esclavitud, tropezó con algo que, por lo poco que se veía, parecía ser una llave que brillaba por sí misma, tenía luz propia; parecía que podría darle la libertad. Cogió la llave, fue hacia el cajón adecuado guiado por la luz emitida por ella, la introdujo en la cerradura y de pronto mi Pájaro del alma cayó; cayó lentamente por un pozo profundo que parecía no tener fin; y no pudo volar, pues tenía las alas atadas con cadenas que se le clavaban como estacas. Se convirtió en esclavo pensando que se dirigía hacia la libertad; esclavo de la mentira y del cinismo. Aquella llave tan bonita y brillante por fuera, había resultado ser por dentro como el caballo de Atila, que por la tierra que pisara no volvía a crecer vegetación alguna. Fue su peor condena. Al final tocó fondo. Además de encontrarse envuelto por la más absoluta oscuridad y de estar atado por aquellas cadenas frías como el hielo, se rompió una pata. Estaba herido y no había nadie a su alrededor que lo curara.

Apoyó su atormentada cabeza en un cajón que se había quedado abierto, o quizás algún otro pájaro había abierto para hundirlo mucho más, quién sabe...; ésto le provocó un terrible cansancio. Mientras dormía tuvo un sueño, no como el que tienen los niños en la víspera de Navidad, o el que tienen las mujeres cuando van a ser madres; no, era una pesadilla, pero no una pesadilla cualquiera. En algunos momentos, las imágenes cobraban tal realismo, que mi Pájaro del Alma comenzaba a llorar y a pensar en hacer cosas descabelladas y sin sentido. Sus lágrimas no eran lágrimas, eran gritos hacia la luz que la parte de su corazón que todavía no había sido transformado en piedra por la penetrante mirada de la soledad, emitía desesperadamente en busca de cualquier cosa que le proporcionara una escalera para subir, escalón a escalón, hasta llegar a la libertad.

El esfuerzo se vio recompensado. Sus llamadas de atención habían sido escuchadas por un pájaro del alma distinto a los demás. Tenía algo dentro de él que le hacía destacar sobre los demás. Éste, bajó hasta el abismo donde se encontraba mi Pájaro del Alma, y no sólo le proporcionó la escalera, sino que también le quitó las cadenas que lo había tenido aprisionado en aquel inhóspito lugar. Dadas las escasas fuerzas y ganas de luchar de mi Pájaro del Alma, lo llevó a cuestas hacia el valle, en cuyo tramo final se encontraba la llave que abría el cajón donde residía todo el amor que le había sido negado hasta ahora, al igual que la libertad que tanto había anhelado.

Por el camino hacia el valle, aquel pájaro amigo fue enseñando a mi Pájaro del Alma a volar, le curó las heridas con su aliento cargado de buenas intenciones y, lo más importante, le mostró el camino verdadero que, hasta donde su memoria alcanza, siempre había estado buscando.

Al llegar a aquel maravilloso lugar, descubrió que para poder abrir el cajón precisaba de otra llave, además de la que allí se encontraba. Sin esperarlo, aquel pájaro amigo, sacó otra llave similar que se unió con la que mi Pájaro del Alma había encontrado, y juntos abrieron el cajón, lo que supuso un cambio radical en las vidas de los dos pájaros, ya que se fusionaron para formar un solo Pájaro del Alma.

Desde aquel momento ese pájaro formado por mi Pájaro del Alma y aquel pájaro amigo, vuela por mi interior y por el de aquella persona que compartió su pájaro del alma para sacarme del abismo en el que me encontraba inmerso rodeado de manos que me empujaban hacia el fondo. Y desde entonces su destino y el mío vuelan cogidos de la mano dándose aliento el uno al otro, y más aún, compartiendo todo el amor que había sido encontrado en aquel maravilloso valle, disfrutando de la libertad.

Hasta aquí mi narración en forma de cuento de mi pasado, pasado que a día de hoy ha regresado para atormentarme y para que, al igual que en el cuento, me encuentre de nuevo sumido en la oscuridad, ciego completamente y sin encontrar un nuevo Pájaro del Alma que me vuelva a guiar hacía la luz y la libertad.

Como broma, decir que colgaré el siguiente cartel, si alguien se apunta a mi iniciativa le será agradecido en forma de besos y abrazos. El cartel pondrá lo siguiente: SE BUSCA PÁJARO DEL ALMA PARA CORAZÓN HERIDO Y RODEADO DE OSCURIDAD, PARA QUE LE AYUDE A INTENTAR ENCONTRAR EL CAMINO HACIA LA FELICIDAD. SE REQUIERE EXPERIENCIA. NO SE ACEPTAN PÁJAROS VACIOS POR DENTRO.

Seguro que alguien responde al anuncio, o al menos tengo la esperanza de que mi grito desesperado llegue a buen puerto.




martes, 28 de septiembre de 2010

INTENTANDO ABRIR LA VENTANA



Una vez leí que nosotros mismos estamos hechos por puertas y ventanas. Nosotros decidimos cuando tenerlas abiertas y cuando mantenerlas cerradas. Podemos ser tan trasparentes como queramos o cerrados como una gran fortaleza. Pues precisamente hoy comienzo este blog para salir del castillo en el que yo mismo me encerré y tiré la llave al mar. Aunque parezcca irónico comienzo mi andadura como bloguero para contar mi experiencia como discapacitado físico. Desde hace dos años, y aún siendo un joven aún, me encuentro confinado en una silla de ruedas por culpa de un cúmulo de circunstancias y de personas que se hacen llamar "médicos" que juegan con nosotros como si fueramos meras marionetas o cobayas de laboratorio, sin reparar en que tratan con personas. No voy a aburrir a nadie contando como llegué a esta situación, pero simplemente comentar que a día de hoy tengo una enfermedad degenerativa llamada condromalacia rotuliana que a día de hoy se me afecta a las dos rodillas, pero que ya siento como se va adueñando de otras partes de mi cuerpo y me van limitando de poco a poco, casi sin darme cuenta.

Todo este periplo lo llevo a cuestas yo sólo, me explico: a veces nos concentramos tanto en nosotros que perdemos la relación con los demás y no reconocemos que vamos llenando de ladrillos nuestra casa. Es bueno tener algunas ventanas cerradas sin embargo hay que tener cuidado ya que si cierras todas te quedas sin aire y con las puertas pasa algo más complicado, tu decides qué puertas cerrar, que puertas abrir, pero si cierras todas, no tendrás salidas y mucho menos, sabrás a donde llegar. Pues eso mismo he hecho yo, tengo poca gente dispuesta a arrimar el hombro para sumar esfuerzos a la vez mía, ¿y yo qué hago? Los aparto de mí con mi mal humor, mis malas palabras, mis gestos feos, etc..., y claro, la gente se cansa. Yo por suerte de momento tengo a mi mujer Raquel, que si por mi fuera la proponía para que la beatificaran; ya tiene el cielo ganado solo conmigo, es la que me levanta todos los días y es mis pies y mis manos; a ella le debo en parte mi estancia en este mundo. Cómo olvidarme de mis hijos, esos seres llenos de inocencia, creyentes de cualquier milagro, y pacientes como los que más, al igual que los más preocupados por mí, a ellos también les debo mi poca cordura.

Ésta, es de momento mi presentación en este gran mundo que es internet, y que para mí espero que se convierta en una vía de escape de mis sufrimientos y pensamientos negativos, que de forma incesante inundan mi cabeza de pesimismo.

No quiero terminar mi primera sesión de "terapia" sin agradecer a mi amiga Nieves su "empujón" hacía este mundo exterior, que espero que haga que deje de volar sin alas, dejando los miedos atrás, que es donde deben de quedarse, y recuperar las alas que un día me fueron arrebatadas.
Color del texto
Sólo un consejo para termiar: volad, pero volad alto, eso sí, siempre acompañados, para compartir esa sensación de libertad que a día de hoy no le damos el valor que se merece en realidad; como
dice esta reflexión: El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica; ahí veo yo la importancia de la familia.